Cuando el frío calaba las ventanas de mi cuarto, solitario y feliz, cuando el silencio abordaba las paredes y la madera de mi cama, era cuando menos lo podía ver.
Mi mundo corría como si el reloj le hiciera una carrera al tiempo, mis pocos años trotaban arrojados de felicidad pura, sonrisas reales, juegos sin final, canciones...vida de niño.
Nunca imaginé que la tristeza fuera real, si, lo veía en la tele...veía gente sufrir, gente llorar por razones aparentemente ajenas a mi. Todo era tan irreal, yo solo disfrutaba lo que tenía al frente.
Sin pensar que la persona mas cercana a mí, lloraba atravesando la pared firme que delimitaba los cuartos, que lloraba solita aferrada a la almohada, a las sábanas vacías, Nada cambiaba, todo aparentaba normalidad, nunca la vi con los ojos hinchados, nunca la vi llorar.
Muchas veces despertaba con mi papá echado a mi lado, nunca supe si era para aliviar sus discuciones o por mi miedo a dormir sola en las noches.
La casa andaba mas callada que nunca, solo sonaba el cantar de los pajaros posados en la ventana, que curiosos comenzaban a tragar un poco de silencio e incertidumbre de nuestro aire.
Pasaban las semanas y comenzamos a ir solas a la casa de mis abuelos.
Mi mamá conducía su carrito de color particular, con esfuerzo al doblar por las esquinas, ya que el volante era mas duro que el de un camión. Sonreía y cantaba las canciones que sonaban en la radio, haciéndonos cantar a nosotras también y construirnos asi un mundo mágico, un armadura contra la tristeza.
Si, mis papás se divorciaron. Se divorciaron y yo aún podía vivir de las alegrías que mi mamá fue formando. Sin darme cuenta Él ya no vivía con nosotras, había dejado la casa, la vieja chapa de la puerta era diferente, no me di cuenta de que había una enorme sombra que con miedo se pegaba al cuerpo de mi mamá, en la cama que adornaba la vacia habitación al costado de mi cuarto de juegos.
¿Como hiciste mamá? ¿Como escondiste esa sombra, como escondiste tus ojos hinchados, tus tristezas, tus llantos? ¿Como sonreías con esa tu hermosa sonrisa, si tu corazón reventaba de dolor?
No lo entiendo, ¿de donde provino toda esa fortaleza? Busco en el diccionario tu nombre y no lo encuentro, eres un sinónimo de Valentía, yo me encargaré de que la Real academia Española te tenga asi.
Los años seguían corriendo y el pesar de su divorcio comenzó a afectarme.
Pedir algo no era sencillo y mucho menos atravesar el hecho de que mi papá estaba con otra persona.
Recien en ese momento pude ver el dolor en los ojos de mi mamá.
Yo estaba entre la espada y la pared, el callar o el gritar, el llorar o seguir fingiendo.
Soporté ese dolor, ese miedo que iba creciendo cada vez que me subía a su camioneta.
Intentando proteger a mi hermana de los gritos, del miedo mismo y de la euforia que propagaba.
Si, si bien sufrí mucho y hasta ahora despues de 11 años sigo pagando los estragos de el destino, se que todo fue por una razón, una de esas razones que te cambian la vida, te hacen crecer, madurar y ser alguien mejor para los demás.
Mi mamá es la persona más valiente que conozco. Le tocó un caminito en subida, de esos que abren el sol cuando levantas la mirada. Le tocó un camino de trocha, que supo pasar de puntillas, pero pasarlo triunfante.
Logró mucha de sus metas, sonrió mucho de sus logros y mi hermana y yo pudimos sonreirle con ella.
Nos crió sola en casa, nos formó a lo que hoy somos. Hizo el duro trabajo de obrero y nos dió un cimiento consistente que la gente valora mucho.
Mis adorados abuelos, que siempre nos dieron ambas manos, nos guiaron a dar el paso correcto, secaron nuestras lágrimas, nos dieron su vida para poder salir adelante. Nunca los defraudaré, muero por hacerlos sentir orgullosos, por verlos sonreír, no hay día que no los tenga en mi mente.
Mis tíos, que con su fuerza, su amor y apoyo empujaron ese carrito que mi mamá llevaba muchas veces sola. Ustedes, tío Jesus, Orlo y Rocío, son gran parte de lo somos. Los amo mucho.
Mi papá es un hombre maravilloso, si, falló. Pero es ,humano y lo entiendo. Se que aún le duele haber tomado esa decisión, sé que muchas noches se arrepintió de haberle fallado, pero ahora cuando la primavera ya tocó su auge, podemos decir que todo valió la pena. Estoy orgullosa de ser tu hija, papá, te admiro y te amo mas de lo que crees.
Como diría mi mamá: "CADA PERSONA QUE PASA EN TU VIDA, ES UN MAESTRO... TU DECIDES COMO TOMARLO, DE MANERA NEGATIVA O POSITIVA, LOS INTELIGENTES TOMAN LA POSITIVA, PARA SEGUIR CRECIENDO"
Eres grande "juanita", eres un ejemplo de vida, gracias por tu punche, tu constante crecer, tu fuerza, tu ánimo, tus palabras, tu apoyo, tu vida en nuestra vida, tu amor constante, tu esfuerzo. Gracias má.
Muchas veces cierro los ojos y me pregunto ¿Porque? ¿Porque a los 6 años tuve que llevar tanto peso, peso que aún sigo llevando? ¿Bastó llorar y sentirme vacía muchas veces? ¿Sentirme sola, abandonada?
Pero al meditar, todo resultó ser una lección, hoy soy fuerte, tengo la frente en alto, amo y valoro cada día más a mi familia.
El dolor al final se transforma en fortaleza y rebota como si estuviese en una enorme cama saltarina, rebota agarrando oxigeno en una botellita de vidrio para llegar al cielo con la suficiente fuerza para sobrevivir y VIVIR un poco mas arriba que en el comienzo, un paso más para ser mejor.
Hasta luego terrícolas, muchas gracias por leerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario