Consternado mi recuerdo
se esconde asolapado en tu ventana
necia y moribunda mi palabra
se arrodilla en tu mirada.
se esconde asolapado en tu ventana
necia y moribunda mi palabra
se arrodilla en tu mirada.
Sobornando a tu hipocresía
va la mía, calando entre tus dioses
y esos dioses que ayer reinaron
hoy tiemblan de piedad ante ti.
va la mía, calando entre tus dioses
y esos dioses que ayer reinaron
hoy tiemblan de piedad ante ti.
Me asomo a tu recuerdo;
como si lo pudiese capturar a la fuerza
y mis pasos rechinando en esos los faroles
que van sangrando luz en las esquinas.
como si lo pudiese capturar a la fuerza
y mis pasos rechinando en esos los faroles
que van sangrando luz en las esquinas.
Como si nada, te ríes en mi mente
sin importar si hay llanto o penumbra
desgarrando mis sentidos
mi amor, la madre de mis días.
sin importar si hay llanto o penumbra
desgarrando mis sentidos
mi amor, la madre de mis días.
Esa carcajada nacida en el más tierno vistazo
que aún me arrebata la tranquilidad
y el derecho de seguir…
¿Qué derecho? Solo el tuyo, hoy, aquí.
que aún me arrebata la tranquilidad
y el derecho de seguir…
¿Qué derecho? Solo el tuyo, hoy, aquí.
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